En Mi Tumba
A mi querido lector, yo soy los restos putrefactos de un hombre que una vez supo lo que era vivir...
Yo bebí del dulce néctar y adictivo llamado amor, caminé sobre un infinito campo de rosas perfumadas con aroma a pasión, yo una vez nadé en los besos de su ser que me ahogaban y me llevaban al paraíso.
Cuando vivía, podía volar con locura en cada sueño con ella y me decía: - tómame.
Bastaba con su amor para poder alimentarme, me llenaba con sus palabras y su voz calmaba mi espíritu. Aun recuerdo cuando pronunciaba mi segundo nombre y yo adoraba escucharlo de sus labios.
Pero ahora soy un cadáver encerrado en una tumba hecha de decepciones mundanas y en mi féretro crecen zarzas con espinas que se incrustan en mi pecho y envenenan mi corazón con dolor.
A pesar de estar muerto aun puedo sentir, aun puedo llorar y aun la extraño.
Pero quiero que sepas que no te odio ni te culpo, la culpa no fue de nosotros y te digo que te agradezco por darme vida, por darme el privilegio de saber lo que es el amor, aunque esto no duró lo suficiente. Me quedo con lo que tengo y me voy en paz para poder descansar algún día.
Me alegra poder decir que yo supe lo que es vivir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario